El partido verde EQUO califica de irresponsable la convocatoria del domingo 16 en Colón, en la que se tachó de farsa y mentira la pandemia de la Covid19.
Para EQUO, el representante español del Partido Verde Europeo, la concentración el pasado domingo de varios centenares de personas en la plaza de Colón, sin mascarilla y sin cumplir la distancia de seguridad, fue un acto irresponsable que pone en peligro la salud y la seguridad de toda la sociedad madrileña.
Con miles de víctimas mortales, y casi 400.000 casos positivos de Covid19 detectados en España, EQUO condena con firmeza los intentos de crear confusión entre la población ante una pandemia real y de desautorizar a los expertos científicos y sanitarios que intentan proteger a la gente de la enfermedad. Ante la gravedad de los hechos, EQUO solicita a las autoridades competentes que identifiquen a los organizadores para que sean sancionados por poner en peligro la salud pública, y que se impongan multas a todos aquellos que incumplieron las normas sanitarias.
Para el partido ecologista EQUO el desconocimiento o el capricho personal no son motivo válido para desobedecer las normas sanitarias establecidas, y menos aun cuando las vidas de otras personas pueden verse amenazadas. En este sentido, el pensamiento anticientífico y conspiranoico, exhibido en la concentración del domingo y propio de grupos como los antivacunas, es para EQUO un verdadero peligro social que debiera ser combatido eficazmente por las instituciones. Desde el punto de vista del ecologismo político, los problemas que aquejan a la sociedad sólo pueden ser solucionados basándonos en el conocimiento científico, pero nunca negándolo o dejándose llevar por supuestas conspiraciones mundiales y absurdas. La irracionalidad de la anticiencia y el negacionismo conspiranoico es una enfermedad social que sólo puede minar nuestros esfuerzos para hacer del mundo un lugar mejor, más justo y sostenible.
Además, EQUO denuncia también el uso perverso y erróneo del concepto de libertad que, tanto en la pasada concentración, como en otras convocadas o apoyadas por la ultraderecha (como ejemplo la que se produjo en el barrio de Salamanca de Madrid), se confunde continuamente con el libertinaje y la conducta caprichosa irresponsable. Hacer lo que a uno le apetece cuando quiere y sin pensar en las consecuencias sobre los demás no es libertad, sino más bien lo contrario (esto es, ser esclavo de los meros deseos inmediatos), y propio de personas egoístas e inmaduras (o de niños malcriados). La educación, el respeto y la solidaridad, junto con el conocimiento y la asunción consciente de las consecuencias, son la base de la verdadera Libertad.