UN 8M POR LA VIVIENDA
La desigualdad salarial y la falta de independencia económica son una desventaja, son pobreza y violencia, son la injusticia patriarcal de la que partimos, y en la vivimos toda la vida muchas mujeres.
Al estar vinculados con el trabajo productivo y la capacidad económica, también es más difícil acceder a todos los derechos sociales y ambientales para las mujeres: prestaciones por desempleo o incapacidad, subvenciones por explotación de la tierra, o la vivienda… Hablando de vivienda: las mujeres siempre hemos sido el centro y la vida de la misma, haciendo de cuatro paredes un hogar, pero en la emergencia habitacional que está poniendo en jaque la vida de miles de personas, seguimos siendo las mujeres solas las que tenemos más dificultad para acceder a una vivienda al ser menores nuestros ingresos. Y si aplicamos una mirada feminista interseccional, las mujeres con más dificultad para acceder a una vivienda de manera individual son las que se dedican al trabajo de los cuidados, migrantes, racializadas, jóvenes y mayores solas. Las que acaban en los márgenes de una sociedad que le está dando la espalda, abocándolas a la exclusión residencial.
La precarización residencial tiene rostro de mujer, y cuando hablamos de ello lo hacemos en su más amplio sentido: desde las mujeres que viven en casas inseguras o inadecuadas, las que son relegadas a las periferias de las ciudades, lo que les impide hacer vida social y de comunidad, a las que deben mudarse continuamente por la subida de alquiler.
Algunos datos son escalofriantes:
El 70% de las mujeres que sufren violencia machista no denuncian por la imposibilidad de una alternativa habitacional para ella y sus hijos o hijas.
El 60% de las mujeres se quedan en situación de pobreza o excusión social una vez pagada la vivienda.
El 80% de los desahucios lo sufren familias monomarentales.
La pobreza energética también es cosa de mujeres: un 68%, respecto al 32% de los hombres, se encuentran en pobreza energética.
En Verdes Equo pensamos que es urgente desarrollar estrategias de acceso a la vivienda con una visión feminista y de equidad, para garantizar la igualdad y la protección ante la violencia machista, racista y clasista que viven muchas mujeres.
Tenemos que caminar juntas en la conquista de los Derechos y la Justicia Social, desde una perspectiva EcoFeminista, con el aval de las ciencias, y la creatividad de las artes, poniendo en el centro los cuidados y la vida.
Este año las mujeres de Verdes Equo celebramos especialmente la ratificación constitucional de la Ley del Mar Menor en la que hemos trabajado desde un principio y que ha sido un paso de gigante en la justicia ecológica y de impulso en el cambio global.
El 8M es un buen momento para reflexionar en los paralelismos que existen entre el trato que recibimos las mujeres y el que recibe el planeta.
Apúntate al 8M.
Apúntate al Verde de la Vida Digna, en colores y en Paz.
Sigamos, merece la alegría.