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“Apoyamos la producción y el consumo sostenible de alimentos: ricos, sanos y de calidad”
En Verdes Equo estamos comprometidos con la protección de los ecosistemas y la biodiversidad, y con una necesaria producción agropecuaria que sea compatible con este objetivo. Además, promovemos los derechos de las personas consumidoras a una alimentación saludable y de calidad. Creemos en una transformación agrícola que dé prioridad a un modelo de agricultura sostenible y orgánica, que ponga fin a la desoladora situación de la agricultura tradicional y de los pequeños agricultores en España. Estamos trabajando para promover la ganadería extensiva ecológica y estándares sólidos de bienestar animal. Nuestro compromiso es dar prioridad a la producción local y ecológica, a las cooperativas alimentarias locales, al comercio de proximidad y a la protección del derecho de las y los consumidores.
Trabajamos en impulsar la reforma para un uso racional y justo de las herramientas de la PAC hacia unas políticas de agricultura y alimentación comunes que pongan a los pequeños productores, explotaciones familiares y cooperativas en el centro de las políticas agrarias, y que al mismo tiempo tenga en cuenta las demandas de la emergencia climática, la pérdida de biodiversidad y la erosión de tierras fértiles. Apostamos por una alimentación sana y sostenible, basada en productos de temporada, recuperando en nuestro país la dieta mediterránea y privilegiando el consumo de productos ecológicos.
La comida de calidad es un derecho de todas las personas. Defendemos cadenas alimentarias más cortas que puedan unir a consumidores y productores en asociaciones de consumo. Se deben aplicar altos estándares de calidad y salubridad a todo lo que comemos y bebemos. Por tanto, queremos asegurarnos de que los consumidores conozcan exactamente todos los ingredientes, y que sepan cómo han sido producidos y de dónde provienen sus alimentos.
Nuestra agricultura y producción de alimentos actuales es cualquier cosa menos sostenible. La producción intensiva de alimentos conduce al monocultivo, la degradación del suelo y de la tierra, la contaminación del suelo y las aguas subterráneas, y finalmente también a la extinción de especies. Provoca daños innecesarios a los animales, que en muchos casos ni siquiera se tratan como seres vivos. El uso excesivo de pesticidas en los cultivos y de antibióticos en la ganadería es una amenaza para nuestra salud y para el medio ambiente. Preocuparse por el bienestar de las personas, los animales y la Naturaleza, y garantizar una vida digna para las generaciones presentes y futuras, debe estar en el centro de cualquier política agraria responsable.