Clima y Energía

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“Creemos en un futuro con energías renovables, sin combustibles fósiles ni energía nuclear”

En Verdes Equo sabemos que el cambio climático es uno de los límites de sostenibilidad planetarios que la Humanidad ha sobrepasado y, por tanto, uno de los desafíos más importantes al que nos enfrentamos. El Acuerdo de París fue un éxito histórico en la lucha contra el calentamiento global, y ahora es el momento de pedir a nuestro Gobierno ambición climática para hacer lo necesario contra esta seria amenaza y alcanzar los objetivos acordados entre todos los países. Como partido verde tenemos una visión alineada con la Ciencia y una estrategia con objetivos alcanzables y creíbles para impulsar una transición hacia un futuro más ecológico y sostenible. Los Verdes somos pioneros en políticas climáticas avanzadas en ayuntamientos, comunidades autónomas e incluso en gobiernos de varios países europeos. Para nosotros, la acción climática no es un punto más de nuestro programa sino una parte esencial de nuestra lucha política, y por ello seguiremos reclamando con firmeza la necesidad de políticas climáticas valientes, factibles y ambiciosas.

Las consecuencias del cambio climático provocado por el ser humano ya están aquí: fenómenos meteorológicos extremos, mucho más severos de lo normal, como fuertes tormentas (Filomena, Gloria, etc), sequías e inundaciones, el derretimiento del hielo de los glaciares del Pirineo, y el aumento del nivel del mar, que amenaza el futuro del litoral y de las ciudades costeras. Todo ello con nefastas consecuencias para la economía y el empleo. Por tanto es necesario tomar medidas eficaces ahora, con las que ganaremos todos. La lucha contra el cambio climático y a favor de las energías renovables forma parte del ADN político verde. Asumimos el principio de justicia climática y reafirmamos nuestra visión de un futuro libre de combustibles fósiles en todas nuestras actividades.

Con todo, proponemos medidas concretas para eliminar las viejas y contaminantes fuentes de energía sin causar interrupciones, crear pobreza energética o afectar negativamente a la biodiversidad. Queremos limitar la vida útil de las centrales nucleares y de carbón, hacer que la energía renovable sea asequible para todas las personas, y alentar a los inversores, a las empresas y a las ciudades a cortar sus vínculos financieros con el sector de los combustibles fósiles. Para cumplir con los objetivos climáticos también necesitamos racionalizar nuestro consumo energético, aumentar la eficiencia energética y promover formas de transporte sostenibles (como el uso de bicicletas y del transporte público). Proponemos también la ambición climática que reclama la Ciencia y la situación de emergencia que vivimos: 55% de reducción de emisiones de CO2 y un sistema eléctrico 100% renovable para 2030, así como neutralidad climática con un sistema energético 100% renovable para 2040. Es posible, es realista y es necesario.

Necesitamos el desarrollo y despliegue de un conjunto de energías renovables que reemplace, y no que complemente, a los combustibles fósiles causantes del cambio climático (petróleo, gas y carbón). La energía nuclear no es una alternativa válida por su extraordinario peligro potencial, además de por sus numerosos problemas logísticos y de gestión de residuos. En todo caso, el despliegue de energías renovables tiene que hacerse con el máximo respeto al paisaje, a la biodiversidad y al funcionamiento de los ecosistemas, pues también estos elementos son necesarios para regular el clima y construir una sociedad realmente sostenible.