Soy Ángel, o Léo, respondo por las dos. Tengo 27 años y soy el actual coportavoz de Juventud Verde. Conocí Verdes Equo en la campaña de las europeas del 2015, y me gustó tanto que no solo convencí a mi hermana para que votara a Primavera Europea, yo no podía, también decidí unirme.
Doy el paso y me presento a este proceso porque creo que Europa está en un momento en el que nos lo jugamos todo, si hay un gobierno con la extrema derecha, el proyecto europeo en el que creo y en el que mucha gente de mi generación cree, está en peligro de desaparecer.
Creemos en, y queremos, una Europa verde fuerte en lo social, en lo que respecta a la defensa de derechos de las mujeres, de las migrantes, de las personas LGBT, de las personas con algún tipo de discapacidad, de los animales. Mi generación cree profundamente en esa Europa verde, pero tenemos un problema, no siente que haya ningún partido que les represente, no sienten que haya nadie que vaya a ser capaz de representar su voz y luchar nuestros problemas. Mi generación, que a lo bruto rondamos los 6 o 7 millones de personas, dependiendo de hasta que edad cuentes la precariedad joven, tenemos la capacidad de elegir cerca de 8 eurodiputadas. Somos 6 millones de personas que no se sienten representadas por las candidatas a estas elecciones.
Necesitamos ya no solo darle voz la juventud, sino que la perspectiva joven esté representada de verdad, porque somos quienes vamos a sufrir la crisis ecosocial y porque tenemos mucho que decir al respecto. Estamos cansadas de que se tomen medidas blandas y de que no se nos escuche cuando exigimos más y de que se haga política en nuestro nombre sin tenernos en consideración más que para que el discurso quede bonito.